25.7.07

A la víspera del día elegido


La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
Jorge Luis Borges
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
Antonio Machado



Cuando en unos días cumpla los sesenta, habré cumplido también con el lapso que me había planteado desde hace algún tiempo. Ya, a esta altura, puedo asegurarles que no me sorprende nada. He visto mares subir, treparse, en cuerpos inertes sentado muy lejos de cualquier costa. Los he visto en tus sueños llenos de temor y tú sentada en mí. Ya todo está escrito y no hay nada que decir. Sólo el silencio me complace, pero el rotundo, el enérgico, el que te da escalofríos cuando lo notas. La muerte ha coqueteado mil veces conmigo en la mar y no ha podido resistir mi eternidad. Todo lo viví.



Puedo decir que estoy satisfecho por mi andar pausado, pero lo que me llena es saber que desde siempre tuve razón. Nunca me equivoqué. Cosas de ego propio, del cual me siento orgulloso, maravillosamente complacido por poseerlo y que me posea, porque a lo largo de los tiempos nunca nadie fue tan grande y lo digo con todo el temor que se contempla frente a la magnanimidad. No me equivoqué cuando puse el plazo. Cualquiera podía entrar en mis pensamientos y salir atormentado, porque no todos han estado preparados. Bienvenidos a esta esquina mundana que tanto escozor produce en los bárbaros. Adelante, sé valiente y soporta. Testigo seré de todo y de nada.



A la víspera del día elegido, soporté con habilidad cualquier penumbra. El candil de las luces infinitas fue sorteado sin compasión y es ahora cuando, una vez más, me dispongo a tomar ventaja de todo, a dar un paso adelante sin tornar cuello, porque la hora la he puesto cuando he querido hacerlo. No me despido porque resultaría imposible borrar la historia que a diario estará latente cuando nada exista más. Sólo pienso en el deber cumplido. Enhorabuena, humanidad, se aleja el que le dio sentido a todo, tu benefactor inmediato y sacrificado. Recuerda todo lo escrito hasta hoy y no pongas esperanza alguna en el después. Todo lo construido termina irremediablemente esta tarde.