16.5.08

Crónicas de un mochilero XXIX


El tipo de la trompeta, si es que se puede afirmar tal cosa

La armonía no era lo suyo. Creo que la trompeta tampoco le pertenecía. Quién es este caballero que desafina por allá, un domingo, en el patio de un hostal cerrado. Alguna vez fue pelirrojo. Una hebras insípidas lo delatan; ha quedado calvo. Usa unos lentes a lo Scorsese, que, a decir verdad, le dan un toque amistoso, como a Scorsese. Tendrá más de cuarenta años y todo el aspecto de un belga promedio, si es que se puede afirmar tal cosa. Comencé a elucubrar. Tengo como hobby hacer eso con los desconocidos. En unos segundos deduje que era uno de esos serial killers de una película danesa. Me pareció un cliché rebuscado. Tampoco tuve mucho tiempo para pensar en algo más. Lo intenté otra vez. Mientras me acercaba para hablarle tuve la idea de que más bien era un profesor, frustrado tal vez, que venía a este rincón, con un poco de rubor, a exhalar en soledad unas notas que, evidentemente, necesitaban más de algo de talento que de unas horas de práctica. Tal vez fue el paltó desgastado que vestía en pleno verano, las gafas, el maletín negro que reposaba a un lado del estuche de la trompeta que no dejaba de sonar, rompiendo con la armonía de aquella redoma repleta de flores, lo que me hacía dudar que este tipo pudiera entrar dentro de la curva de lo normal, si es que se puede afirmar tal cosa. Cuando estuve a unos dos metros de aquel individuo, que con la cercanía me producía un poco de lástima -porque su soledad se me hacía indescifrable-, la trompeta dejó de sonar. Hola, trabajo acá. También espero a que sean las catorce.

Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50'W

Disculpas a la muchachada

Lo de los textos anteriores no se debe a ninguna elucubración magnífica alrededor de quien escribe. Un experimento más. Explotó en la cara. Inventamos o erramos, dicen por ahí. Pasará otra vez. Eso seguro.

11.5.08

mala mía

drunking winehouse revival

la la la, la la la

no . no . no .

chasquido, chasquido, chasquido

silencio

chiste

risas. (mías que entendí)

silencio

no, no, no

chasquido, chasquido, chasquido

no, no ,no 

palmas (plac) palmas (plac) palmas (plac)

éste carajo es un intenso. está borracho

nou, nou, no.

i do i do i do

roger moore, i told ya!


Ni mis perfumes ni mis noches

Y pensar que comenzó como cualquiera, como la noche de rubeola. Es que la colección de epitafios fue eterna y la cosa es la querencia. Yo por cualquiera, como he dicho y ella. Hermosa, mi compañera. Otras veces olvidando y yo regresando. Es que las cosas pasan y el escritor está para contar sin ver. Y fue rápido, el principio, porque después llegó el suplicio y el dolor y las llagas de antaño y tú, flaca, que no comprendiste las súplicas detrás del mozo de buenas maneras que no. Y no. Y entonces la vida se va como un suplicio de venganza y sólo se entiende entre carnes y pieles. Rojo vivo. Rojo. Dolor en óleo que no se comprende y si no se aprecia y germinan las alabanzas por usted, maestro. Más allá quedan palabras para el bien y el mal. Expliquemos que el infierno es un verbo. Bienvenido, como el de las buenas ofrendas. Y las noches pasan sin mi, porque son suyas. Madame. Soy yo. Paso adelante y ahora nos toca comprender ¡Bla!

Me encontré solo y apasionado