30.5.07

Mi generación, la verdadera generación boba

El ex rector de la UCV, Edmundo Chirinos, llamó en 1984 a los jóvenes de esa época “la generación boba”. Tal vez tenía razón. Quizás esa gente era realmente boba por no tomar posición ante nada. Por protestar poco. Por existir, pero no estar. Por ser adorno y nada más.

Ahora, la nuestra tiene con qué. Tiene como superar a esa generación anterior. Y la culpa no es de nosotros. No. Que seamos la verdadera generación boba se debe a una serie de factores que históricamente hicieron explosión en nuestra cara. La historia nos marcó con sus transiciones. Son los eventos de nuestro pasado los que engendraron nuestro presente. Recordemos que, en líneas generales, nuestro mal comienza por no conocer nuestra propia historia, lo que nos hace terriblemente ignorantes. Eso es sólo el principio. Hemos olvidado de dónde venimos, lo que no nos da claridad para vislumbrar nuestro destino. Cargamos con la terrible herencia de la apatía que nos dejó la generación pasada, pero nuestros males se hacen mayores porque no contamos con una pizca de claridad que nos permita comprender este mundo.

Mi generación es joven. Por definición, en esencia, la juventud se caracteriza por ser rebelde. Todo joven es rebelde con o sin causa. Eso es un hecho. Siempre ha sido así y está muy bien. Además de la rebeldía, todo joven –como cualquier ciudadano- tiene constitucionalmente el derecho a manifestar de manera pacífica. Eso está muy bien. Lo que no se ve bien es que los jóvenes no tengamos conciencia y, además, sudemos ignorancia. Esto pierde mucho más sentido si pertenecemos a una élite que tiene la oportunidad de estudiar en la universidad. Somos, si se quiere, los privilegiados, académicamente hablando. Por eso hay cosas que no se justifican de ninguna manera.

Estoy usando toda esta parafernalia para referirme a los sucesos de estos últimos días. No me ocupa en este momento si somos violentos o hemos sido infiltrados durante alguna concentración. Eso puede quedar para futuras reflexiones. De la policía no hablaré, porque policías son y ya tienen bastante con eso. Ahora me quiero referir a lo medular del asunto. A lo que hemos reflejado, ahora que somos famosos.

Hemos demostrado que no estamos tan claros como creemos. No tiene coherencia que nuestra generación grite a viva voz, en vivo y directo, vía satélite, frente a las cámaras de televisión, que estamos luchando porque en este país no hay libertad de expresión. Esa afirmación es una contradicción mayúscula. Un sinsentido. Una muestra evidente de que no sabemos dónde estamos parados. Una especie de amasijo conceptual. Una excusa más para que los que detentan el poder se ruboricen producto de la pena ajena. No sabemos diferenciar entre estado y gobierno y nos cuesta reclamar nuestros derechos.

No contamos con liderazgo serio y consecuente, porque nunca nos hemos preparado para ello. Nunca tuvimos la necesidad, o eso creíamos/emos. No sabemos con qué se come el liderazgo, porque no tenemos idea de qué será lo próximo que vamos a hacer. No tenemos certeza de lo que queremos y tampoco hemos demostrado creatividad a la hora de hacer lo que hacemos. ¿Estaremos en capacidad de sobrevivir después de que pase el chaparrón y la emotividad de los primeros días? ¿Será esta una semana que sólo servirá para abarrotar con anécdotas de cafetín nuestra memoria? ¿Estamos preparados para asumir las responsabilidades de nuestros actos? ¿Asumiremos una derrota? ¿Habrán otras luchas nobles que puedan unirnos? ¿Abriremos debates y discusiones? Todas estas preguntas tendrán respuesta y, ojalá, sea tan contundente que me permita afirmar que, además de pesado, el único y verdadero bobo de la generación soy yo.

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8 comentarios:

hijo dijo...

pa' qué te digo que no si si?

Anónimo dijo...

Bobos y quedados. Eso es lo que somos.

Porque nos concentramos y todos lo hacemos pensando en resultados distintos.

Porque aunque "hagamos bulto" no sabemos qué hacemos allí.

Porque cualquiera con un parlante es "lider".

Por eso, y mucho más, somos bobos, quedados y estamos dormidos frente a grandes posibilidades.

Como muy bien lo dice usted, señor: "Hemos demostrado que no estamos tan claros como creemos".



Besos

+Ari dijo...

Sí, somos la generación boba. Miles de distracciones nos hacen serlo (no es una excusa). Ya no nos importa mucho ser politicamente activo, a menos que se metan DIRECTAMENTE con nosotros. Un ejemplo: los recientes eventos en la ECS.
Espero que estas manifestaciones sigan, así poco a poco, nos iremos deslastrando la bobedad que cargamos encima.
Besos chamindel114

Anónimo dijo...

Chamo, ya usted sabe y lo ratifico ante esta asamblea: yo me declaro chamista.

Si bien apuntas que no hemos podido diferenciar Estado de Gobierno, de aquel lado no pueden hacer mayor cosa entre Presidente Estado Gobierno Partido FFAA Instituciones Poderes PDVSA Cantv Electricidad Presupuesto Policías Parlamento y muchas otras cosas.

Como atinó a desdibujarme el panorama ayer mi novia: Desconozco a este Estado. No por ir en su contra o pedir su abolición o ser anarquista, sino que sencillamente no me han dicho dónde empieza y dónde termina, cuáles son sus pistas y cuáles son los espacios para que la ciudadanía disienta y participe de alguna forma.
Hasta que esos linderos y esos límites entre las atribuciones presidenciales y mis espacios de autonomía no estén claros, seguiremos siendo una generación absolutamente desconocedora del Estado en el que vivimos.

(por cierto, puede darte algunas clases de Liderazgo para tu futura campaña)

Pablo dijo...

Definitivamente somos bobos... pero tú no lo eres, Nina no lo es, Luis Carlos menos, tampoco Ari ni Flequillo... y así un largo etcétera... Sin embargo, nuestra colectividad es boba.

La masa es boba. Y yo formo parte de esa masa, luego soy un bobo más. No es que sea fanático del individualismo, pero creo firmemente que una masa inteligente sólo se puede lograr a partir de grandes invidualidades que saben trabajar en grupo. He ahí nuestra condena. Jamás hemos aprendido a trabajar en grupo cuando de política se trata.

PD.- ¡A mí no me obligaron! ¡Yo vine porque quise! ¡El chamo del 114 para el dos mil veti... (¿Ven que soy bobo?)

Karina dijo...

No los considero bobos, si lo son, tienen derecho a ser lo que les de la gana, mientras se sientan libres de ello... Defienden lo que creen correcto, asi como lo harías tu o yo... Defienden lo que creen...

Anónimo dijo...

...uno que no entendió

Anónimo dijo...

Ahora que entré en tu blog empecé a recorrer los diferentes espacios y me invadió el impulso de comentar...
No quiero ofender entrometiéndome en realidades que no vivo. PERO por supuesto lo haré, mi afán de transgresión puede más que el respeto.
La libertad de expresión está bien, pero cuando se la vanagloria sin más, es por lo menos sospechosa. El hombre libre es mucho más que eso, mucho más que una cámara, mucho más que un micrófono abierto, mucho más, mucho más que un hombre que puede gritar a los cuatro vientos lo que piensa.
Y los hombres no pueden liberarse solos (en palabras de Freire), sino que los hombres sólo se liberan unos a otros. Por lo tanto se necesita un proyecto libertario. Los proyectos que sientan sus bases en la libertad de expresión (en estos días), generalmente, no son verdaderos proyectos libertarios. Liberales, puede ser, mas no libertarios.
si ofendí espero no haber herido demasiadas susceptibilidades. el problema es que yo no me siento extraña a ningún país de latinoamérica...
saludos.