10.9.08

El día en que inventamos mucho


Hoy me levanté preocupado por las deudas y para más leo que lo que parece ser el fin del mundo, ahora de verdad verdad, va a llegar. Un grupo de científicos suizos inventó cierto aparato que pretende reproducir el longevo big bang que nos trajo hasta acá, aunque el cura de mi parroquia no esté muy de acuerdo. Unos suizos hicieron un coso que los detractores, prudentes, dicen puede crear un caos sin precedentes y abrir un hoyo negro que chupará el mundo que conocemos sin remedio. "Un gran invento" que será probado hoy y si las cosas salen como dicen no nos podremos jactar de eso. Qué sentido tiene nada si no podemos llamar a la máquina con el apellido afrancesado de alguno de sus inventores y ponerla en libros de escuelas globalizadas. Sé que las revistas de tecnología que cada vez se leen menos, pero no por eso hay que boicotearlas así. Qué importa nada si el mundo se acaba de la forma más pendeja. Nada de meteoritos, ni jinete de apocalipsis alguno. Bush no apretará el botón, negro, son los suizos con su cara de pendejos. Neutrales mis bolas. Ellos trabajaron por décadas para adelantarse un día a Al Qaeda. Y yo, en mis últimas horas, sin poder tomarme ni el Kool-Aid de Jim Jones y su Templo del Pueblo. Con tantas cosas que me quedan por hacer, tanto. Sólo queda esperar, chamo, me digo con temor, si este mundo no se acaba, todavía habrán cuentas por pagar. Horror.


Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50'W

9.9.08

Jurungando mi Itunes


Devendra Banhart

Si hay algo que describe al flaco de las greñas y barba criado en Caracas es el Freak Folk. Ese folclore bizarro se adhiere perfectamente a un tipo desfachatado que propone en momentos en que lo estéril parece desbordar. Algunos dicen que es poeta, trovador, caminante errante que pateando la calle ha tocado en cuanto cuchitrí le abría las puertas. Un wannabe comeflor dirán otros. No sé. El tipo dice estar influenciado por Billie Holiday y después de viejo por Simón Díaz, siendo el tío Simón el que lo conectó con la música latinomericana, más allá de los ritmos de Brasil. Devendra Banhart es la esperanza, dicen, de un mundo cada vez menos psicodélico y el llamado a tomar el testigo de Bob Dylan y más recientemente de Manu Chao. Preferible es no hacerse muchas ideas y escuchar lo que tiene en la recta este pana en sus ocho discos.

Ahora, la canción que es la prueba viviente que el amor todo lo puede. El Bollywood de cuatro décadas atrás parodiado por un gringo que no habla bien al español y dedica a "Carmensita" una canción que ahora protagoniza Natalie Portman, su novia por estos días. El amor todo lo puede. "Me como de tu amor y cago el infierno". Amén, coñio.




Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50'W