3.8.07

Los motivos para escribir

He notado que hay un síndrome que afecta a mi entorno. He notado, también, que se hace difícil salir del círculo vicioso. Es que escribir no es algo fácil; mejor dicho, es muy difícil, y si se pretende hacerlo bien entramos en terrenos que rayan en lo épico. Comprendo perfectamente, porque lo padezco como una patología de las más incómodas, que esto de escribir con regularidad se ha convertido en una cuesta difícil de remontar. Jodido, además, si debes escribir, como es lógico, para que alguien más te lea. No es lo mismo redactar unas líneas para consumo personal que no verán la luz nunca que hacer un texto que será escrutado por el ojo público. Es que desnudas tus carencias, tu falta de imaginación y demuestras la poca motivación que tienes en ese momento de escribir un par de vainas aceptables. A nadie le gusta sentir pena ajena de un texto propio, pero pasa.

Entonces, llegamos al punto en donde tenemos medios para expresarnos, pero no hay tino para hacerlo. Paradoja. Con tantas cosas por decir, con tantas herramientas para hacerlo y sin poder plasmarlo. Así la inconformidad se hace mayor. Comienzan los reproches. Algo está sucediendo. Qué será. No lo sé, la verdad.

La musa no llega y te deja esperando por horas, a ti que te has puesto tus mejores ropas para recibirla en tan ansiada visita. La vaina es como cíclica. Siempre hay un momento en donde decae la producción de textos. Lo bueno, lo positivo de todo este desbarajuste, es que tarde o temprano todo regresa a la normalidad. Escribir se convierte en algo imprescindible nuevamente, en catarsis necesaria y los lectores lo notan si disfrutan tus textos que transmiten un extra, un añadido que has sabido darle sin saber cómo.

Por ahora trato de pensar en las cosas que siempre me han motivado a escribir. En la vida, los amigos y sus historias. En lo oscuro del ser humano y las bondades de mi ciudad. Trato de imaginar mundos diferentes, leer a los maestros eternos y aprender la lección diaria. Intento observar y no mirar. Procuro vivir, amar, beber y compartir. Sé que todo se acumulará nuevamente hasta que una de estas noches pueda salpicar algunas letras coherentes. Me abrazo a esa idea. Es la única esperanza que tengo de ser, y así tener justos motivos para escribir.

5 comentarios:

flequillo dijo...

Señor

Lo de blogadicta me queda grande.... recuerdo que hace ya algún tiempo me usted me comentaba que la fiebre por escribir y leer blogs iba y venía... que lo mio iba a durar poco y luego se iría para regresar recargado de nuevas ideas y mejores maneras de plasmarlo....
Es ahora cuando entiendo lo que quería decir en aquel momento, es ahora cuando espero por el fin de este receso....


se le quiere un montón


besos


P.D: Desde que hay santos nuevos los viejos no hacemos milagros... DEFINITIVAMENTE!

P.D2: A ver cuándo se te ve la cara....

Marcos Mendoza Saavedra dijo...

Si, esto es como aquellos virus laborales que se filtran por el aire acondicionado y vuelan de nariz en nariz.

¿Será la lluvia? ¿Será el tiempo extra holgazán? No sé. Pero de que volveremos, volveremos.

Un gran abrazo.

Anónimo dijo...

Bueno, pero a tí se te perdonan las vacaciones, porque cada texto se te mete por los poros y es imposible olvidarlo. Por eso seguimos alimentando el contador de visitas. Porque aquí no hay pena ajena que valga.

Te quiero muuuuuuuuuucho

Anónimo dijo...

donde están las terroristas que siempre te amenazan cuando se necesita?? ah?! ah?!

miss u :(

escribe!

Anónimo dijo...

Aquí la terrorista #1 reportándose!!!

Este pana no sé qué se ha creído... !!!

Recuerda que soy peligrosa y puedo publicar en el quete cosas que no te agradarían mucho


besitos!