23.2.07

La estatuilla que sube la torre



Hacer una película es similar a edificar un torre. Sí, sí; una torre. Un aposento muy alto, y que visto desde abajo impresiona, para bien o para mal, de buen gusto o todo lo contrario, pero una torre al fin.

Las bases se colocan con mucho tiempo previo de planificación. Se sondea el terreno y se experimenta con el guión. Ladrillo a ladrillo llegan los actores, locaciones, escenarios, utilería, vestuario, maquillaje, equipos, seres humanos y hasta el almuerzo. Se recubre con concreto de emoción y se refuerzan con pasión, esfuerzo y días eternos de insomnio. Piso a piso, la película cobra vida. Cada nivel superado es una escena lista con visto bueno en el script. Y la cúpula final es pintada “sixtinamente” con las pinceladas de la postproducción. Es así. Por esa torre pasaron primero cientos de hombres y mujeres, que dejaron el sudor en cada escalón, pero que ahora disfrutan de las sonrisas generadas automáticamente por la audiencia transeúnte que admira su labor.

Este año, los 79° Premios de La Academia tienen la difícil labor de escoger la mejor obra de arte, la más sólida, bien estructurada y estéticamente correcta. Cinco películas se disputan la estatuilla que define a la mejor realización del año a nivel internacional. Muchos rubros van dibujando el retrato de la máxima producción cinematográfica del 2007; así como varios galardones mundiales previos empiezan a mandar señales de los posibles ganadores. Sin embargo, algo que ha demostrado La Academia, es que el cine es un mundo lleno de sorpresas; y aunque soy partidario de que “la mejor película es aquella que a ti te gusta”, los “expertos” terminan escogiendo a la merecedora de la estatuilla calva y dorada según, valga la redundancia, sus propios gustos, ambiciones o beneficios.

El año pasado; cuando todo el mundo apostaba a la fórmula clásica (pero con un guión débil y “controversial” para algunos) de la Brokeback Mountain de Ang Lee, Crash le arrebató el premio con una estructura de historias cruzadas y un presupuesto muy bajo para los acostumbrados ganadores de la Academia. Sin embargo, la edición anterior fue un edificio de “medium budget”, con producciones que realmente no marcaron al espectador como otras realizaciones lo han hecho en años anteriores.

Pero ésta mala racha del cine mundial se superó en el 2006. Incluso, las cifras monetarias recaudadas por la taquilla gringa crecieron un trece por ciento, y la apatía del espectador norteamericano (provocada, obviamente por los mismos cineastas) mermó en varias recaudaciones multimillonarias, que favorecieron, en varias ocasiones, a directores y productores latinos.

Pues sí; la septuagésima novena entrega de los Oscar se edifica con buenas bases hispanas; y si el año pasado lo coronó el cine independiente, el 2007 trae una lengua castellana que flipa a media humanidad. Y el orgullo que puede sentir un continente es alto, recio y bien merecido.

Las nominadas a mejor película de este año incluyen al mexicano Alejandro González Iñárritu con Babel; Penélope Cruz está nominada a Mejor Actriz Principal y Adriana Barraza buscando la estatuilla a Mejor Actriz de Reparto. Guillermo del Toro puede llevarse el premio a Mejor Película Extranjera (además, es la película española que ha recaudado más millones de dólares en los Estados Unidos); Children of Men , de Alfonso Cuarón tendría bien merecido el Oscar a Mejor Cinematografía; y dos cortometrajes ibéricos se pelean a muerte el primer lugar en su respectivo renglón. Esas y muchas otras buenas noticias hacen que el nuevo cine del mundo venga empaquetado con la franela de “se habla español”.

Para quienes tengan algún dinero en juego, hayan apostado a la novia o el celular, o simplemente quieren restregarle en la cara a su mamá que saben más de cine que ella, estaremos dando un breve paseo por la competencia cumbre de la noche del 25 de febrero: Mejor Película. Es así que los nominados pisan la alfombra roja y todos, absolutamente todos, nos dejan sus huellas cinceladas en nuestro bagaje cinemtográfico: Babel (Alejandro González Iñárritu), The Departed (Martin Scorsese), Letters from Iwo Jima (Clint Eastwood), Little Miss Sunshine (Jonathan Dayton y Valerie Faris) y The Queen (Stephen Frears).


“I hate everyone”

A veces podemos llegar a odiar a alguien. Odiarlo por el simple hecho de ser un perdedor. O mejor dicho, de que lo consideremos un perdedor. Es más, podemos odiarnos nosotros mismos por ser unos perdedores. Este término es tan complejo y epistemológicamente enredado que podríamos compararlo con la disyuntiva entre el bien y el mal. Bueno, si lo miramos un poco más detalladamente, es la misma lucha, sólo que algo más sutil. El mundo está lleno de los llamados “ganadores”, mientras que el resto de la humanidad no tiene oportunidad alguna de alzar vuelo en medio de capitalismo y una competencia donde realmente solo sobreviven los más aptos. De esto trata Little Miss Sunshine. Su trama nos relata la historia de una familia guiada por un padre trabajador en empresas a nivel de consultoría emocional y dinámicas de grupo. Su filosofía pretende expandirse por el resto de su familia, pero no lo logra como el quisiera, dirige, para su pesar y frustración, una tribu de “losers”.

Esta historia relata – a modo de road movie – las peripecias de una familia típica nortemericana, con sus potenciales suicidas, sus locos asesinos y viejos aberrados, recorriendo como una happy family las vías de una nación donde impera la competencia salvaje y la obsesión por ser el mejor a como de lugar. Así, su meta final es llevar a la hija menor a un concurso de belleza infantil, donde disputará una larga jornada contra las más expertas mini misses de los Estados Unidos. Obviamente no voy a comentar toda la película, y mucho menos el final, pero ésta cinta se te mete por los ojos y te hace recordar un sin fin de cosas, por más insignificantes que puedan ser, pero que nos traen a colación aquellos pasajes de nuestras vidas donde fuimos – de cualquier manera posible – unos perdedores.

El trabajo actoral de la cinta es fenomenal, de todo el reparto, hasta el papel de la madre abnegada, que es el más neutral del film, se lleva sus méritos de a destellos. El guión de verdad es muy limpio, muy simple, con diálogos verosímiles que, incluso, no necesitan de muchas palabras para expresar una línea emocional. La inseguridad del hijo se ve en su máscara de soberbia nietzcheana; lo grotesco del abuelo se nota en cada línea que esnifa, y Marcel Proust se encarna con lejanía en un cuñado suicida que su mayor dilema es ser el del “segundo lugar”.

Alan Arkin tiene una nominación a Mejor Actor de Reparto por este film, y Jennifer Hudson hace lo mismo con la categoría homóloga femenina; y, por supuesto, el guión también se lleva un ticket para la rifa del premio. Little Miss Sunshine, es una buena película, digna merecedora de varios festivales, y se rescata el hecho de que sea la indie del año, pero, a pesar de todo, hay otras producciones que tienen más méritos.


God save the Queen

Phillipe Seymour Hoffman es para el 2006 lo que es Helen Mirren Para el 2007. El actor interpretó con tal visceralidad a un Truman Capote grotesco, real y hasta destestable que la película “Capote” fue, prácticamente la actuación del señor Hoffman, sin fotografía, sin edición, sin efectos especiales; si hubiesen proyectado un ensayo del actor en vez de la película, el efecto que dejó sería exactamente el mismo.

En el caso de The Queen, Helen Mirren pasará a la historia por su fantástica interpretación de la Reina Isabel II: fría, sombría, sencilla a veces, fuerte en otras, como si de verdad nos hablara con su acento inglés al oído, de carne y hueso. Mirren es el núcleo de una propuesta muy simple, incluso, con varios puntos débiles y toscos por parte del director, pero la falsa reina salva el pellejo de una película en extremo cuidada, y que pudo haber arriesgado más.

Por otro lado, Frears maneja la puesta en escena con bastante elegancia y sin llegar a ser rococó, como se acostumbra en los films de este tipo. Viendo la parte negativa de la producción, Frears se deja llevar por la prudencia, en extremo, y la trama se tambalea en ciertos puntos,incluso, desaprovecha a Mirren en ciertas escenas por colocar a la Princesa Diana.

Obviamente Mirren se lleva el Oscar a Mejor Actriz, eso está claro; pero el Oscar no se le entregará por culpa del propio padre de la criatura.


La epístola de Eastwood

Generalmente, los films hollywoodenses relacionados con alguna guerra en la que perticipó los Estados Unidos de Norteamèrica termina con la típica bandera eztrellada y un mal sabor de boca en el público que, de una u otra forma, no le creemos ni una sola palabra a los gringos. Si te encuentras a un gringo, cualquiera que sea su edad, se hará el héroe diciendo que fue a Hiroshima, Iwo Jima, Vietnam, El Golfo, Kuwait, Irán o Afganistán; a combatir las tiranías de los pueblos e implantar la “democracia” en los pueblos más necesitados (f***in’ gringos). En fin, el asunto político es harina de otro costal, pero lo que si es admirable es que un director proveniente de la vena hollywoodense se atreva a contar de la forma más anti gringa posible lo ocurrido en la masacre de Iwo Jima.

Clint Eastwood nos regala una carta totalmente conmovedora, escrita en verso japonés, y enviada en un paquete tan crudo y realista que deja en el sitio a más de uno.

El guión lo co-escribe con Paul Haggis, también autor de Flags of our Fathers y Million Dollar Baby, del mismo director, y ganador del Oscar con su ópera prima Crash. La historia, realmente es muy densa, pero no se siente ni en la espalda ni en la modorra del público.

Letters from Iwo Jima pudiera ser una sorpresa en la noche de los Oscar. Sin desmerecer a las anteriores dos películas, Eastwood se lanza de nuevo a un reto mucho más grande, y logra vencer. Da libertad plena a la actuación, y pienso que por el mismo hecho de haber nacido artísticamente como actor, Eastwood sabe como manejar las emociones y facciones de los protagonistas.

Asimismo, la historia se estructura de manera lineal, con una serie de flashbacks que no cansan y no son predecibles para quienes ven la película. Eastwood puede dar el batacazo el domingo; así que mosca con Iwo Jima.


El olvidado

Por su parte, el gran olvidado del 2006, y del 2005, y del 2004, y de todos los años de su carrera vuelve al ruedo del Oscar en la edición del 2007. Martin Scorsese, que pudo haber ganado el Oscar con The Aviator, con Gangs of New York, con Goodfellas, con The Last Temptation of Christ, con Raging Bull y con Taxi Driver, nos devuelve a sus raíces de violencia, mafia y humor negro, con unos “Infiltrados” irónicos, escatológicos y hasta hipnotizantes.

Al mejor estilo de Taxi Driver con De Niro, Scorsese aprovecha la majestuosidad actoral de un Jack Nicholson de por sí enfermo, demente, actuando como nunca antes había actuado; incluso, me atrevo a decir que Nicholson impacta más en esta película que como lo hizo en The Shining, de su majestad Stanley Kubrick. Nicholson se devora las actuaciones de un DiCaprio que va mejorando, pero aún le falta, y un Mark Wahlberg que también sorprende, pero no como para llevarse el Oscar a Mejor Actor de Reparto. Más bien, a este servidor, le parece una soberana injusticia que Nicholson no estuviera nominado en este renglón.

La película no sólo muestra de manera cruda una ficción real en la cultura policial de los Estados Unidos. Aunque el guión sea una adaptación, Scorsese aprovecha las miserias mundiales y las coloca con mejor resultado en el ámbito del norte. La fotografía es, sinceramente, increíble, con un juego de contrastes y una pulcritud tal que nos envuelve a todos en sombras. The Departed sería la gran ganadora de este año si no se hubiera presentado la siguiente película. Eso sí, Scorsese este año se hace con el Oscar a Mejor Director. La Academia tendrá un atentado terrorista (ya que esta de moda por este blog) por parte de un servidor si Martin no sale puliendo la cabeza de la estatuilla.


Al final de la torre

Llegar al último piso de una torre muy alto genera una gran satisfacción después de tanto esfuerzo y sudor derramado. Al asomarte por la baranda, la ventana, el balcón o la terraza se puede sentir el olor del mundo, el verdadero, el que mezcla a caucásicos con mestizos, indios con negros, hombres y mujeres, en un solo aroma inconfundible: el de la humanidad.

De igual manera, podemos observar las pequeñas sombras en el horizonte, y cada movimiento a escala que hacen los hombres día tras día. Estar en la cima de una torre, muy alta y bien edificada, es ver al orbe como se ve en Babel.

La tercera película del director mexicano Alejandro González Iñárritu llega como la gran favorita para la noche del 25 de febrero. Ésta, es la parte final de una trilogía Iñárritu – Arriaga que no tendrá más luz en historias posteriores para desgracia de los fans. Babel maneja una estructura “clásica” y rutinaria para la dupla, pero que sigue cautivando más y más seguidores, y que maravilla aún más a quienes seguimos sus pasos desde la primera producción.

Babel tiene una formula de guión mucho más simple que Amores Perros (2000), y 21 grams (2003). Donde cuatro historias se cuentan de manera paralela, y que, a diferencia de la primera de éstas, no se cruzan en ningún momento, si no que maneja como le da la gana el concepto de la teoría del caos. Un hecho acaecido en Marruecos afecta la boda más típica en una ciudadela mexicana colindante con EEUU.

Iñárritu se ha caracterizado por manejar un trabajo actoral diferente, con otro toque que no posee cualquiera. Se entrega por completo a los encuadres y los diálogos. Mantiene la atención del espectador con primeros planos en cámara en mano, silencios largos y miradas que advierten sentimientos.

La historia (o historias) de Babel nos presentan el gran dilema que acarrea la incomunicación. No sólo verbal, si no integral. Un abrazo, un gesto, una sonrisa, una mirada dicen mucho más que un monólogo; y para muestra, el botón de la trama desarrollada en Japón. Que sin hilos ni pegamento se sostiene sola, por una artista oriental que puede llevarse el Oscar a Mejor Actriz de Reparto, y que sin embargo considero como la parte más débil y fatua del guión, pero que es la mejor interpretada.

Globalización es sinónimo de distancia, de no necesitar contacto, de poder influenciar en la vida de otro(s) sin necesidad de estar cerca; y es un fenómeno que nos trae igualdad, cierto, pero, según Babel, la consecuencia más grande puede ser la destrucción de nosotros mismos, en conjunto, pero solitarios al mismo tiempo.

No cabe más nada sobre esta película. Se merece el Oscar. Se va a ganar el Oscar. Lo merece. Lo merecemos todos, por su película universal.

La recomendación de este año es la misma que la del 2006. El cine no existe si nadie lo ve. Así de simple. Cualquier película, buena o mala, no es ni buena ni mala, es distinta y con el mismo derecho a ser vista por aquellos que se les antoje verla. Aquí nadie es experto en cine; mucho menos yo, tan sólo doy mi opinión en base a las tantas veces que vi cada una de las películas nominadas, y que me da la sensación de poder predecir, repito, según mis gustos, de la ganadora el Premio de La Academia a Mejor Película, Este año la decisión es compleja, y cualquiera de ellas (cual Miss Venezuela) pudiera ganar en una noche tan linda como esa.

Gracias al Chamodel114 por el espacio, nuevamente. ¡Hagan cine!... ¡Vayan al cine!



Permuticas para el Domingo 25
Una lista con los posibles ganadores en los renglones más importantes (a ver cuántas pego), la primera opción es la ganadora, la segunda pudiera dar la sorpresa.

  • Mejor Actor: Peter O’Toole / Forest Whitaker.

  • Mejor Actor de Reparto: Djimon Hounsou / Jackie Earle Haley.

  • Mejor Actriz: Helen Mirren / Judi Dench.

  • Mejor Actriz de Reparto: Rindo Kikuchi / Cate Blanchett

  • Mejor Película Animada: Happy Feet.

  • Mejor Dirección de Arte: Pan’s Labyrinth / Dreamgirls

  • Mejor Cinematografía: Children of Men / Pan’s Labyrinth

  • Mejor Director: Martin Scorsese / Alejandro González Iñárritu

  • Mejor Edición: Children of Men / Babel

  • Mejor Película Extranjera: Pan’s Labyrinth / The lives of others

  • Mejor Maquillaje: Pan’s Labyrinth / Apocalypto

  • Mejor Cortometraje: Binta y la gran idea / The saviour

  • Mejor Guión Adaptado: The Departed / Children of Men

  • Mejor Guión Original: Babel / Pan’s Labyrinth

  • Mejor Película: Babel / The Departed

5 comentarios:

elchamodel114 dijo...

Gracias por colaborar con nosotros una vez más, bro.

Creo que Babel merece el premio a la mejor película, sin dudas. También concuerdo con que es el año de hacer justicia con Martin Scorsese, aunque estadísticamente está comprobado que Eastwood es su peor pesadilla. Ya veremos si la academia rompe la regla.

La señorita Kikuchi debe ganar como actriz de reparto y la pelea al mejor actor estará entre Whitaker y Smith. En este último tópico no concordamos.

De cualquier forma, disfruté un montón con Little Miss Sunshine y de Los Infiltrados, tengo la sensación de que ya se convirtió en un clásico. Igual, hablo las pistoladas propias de un espectador más.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hola!
Creo que Babel se merece el galardón a mejor película, excelente película, con un muy bien logrado mensaje cultural que sin ser obvio (para algunas personas) te deja muy buen sabor de boca; pero me preocupa la posición que siempre asume la academia, ¿será capaz de dejar su "amor por si mismo" y otorgar el galardón a una pelicula de director y escritor latinos? esperemos que sí... Además, debemos estar conciente que la academia tiene cierta inclinación en los últimos años hacia Eastwood, así que tendremos que esperar a ver que sucede...
En cuanto a la edición estoy de acuerdo con babel (ok vas a pensar que me obsesione con babel jejeje)... y en mejor cinematografía Children of Men, otra muy buena película que aunque un tanto extraña para muchos a través de sus efectos logra que te sientas parte de la misma...
Mejor actriz segguramente será Helen Mirren por razones obvias, muy buena interpretación...
Mejor actriz de reparto coincido contigo, aunque probablemente se inclinen por Cate Blanchett...
Bueh toca esperar ver que sucede... Espero no equivocarme jejeje

Marcos Mendoza Saavedra dijo...

Akro,

La misma preocupación sentimos todos. El egocentrismo por lo yanqui es tran grande en La Academia que pudiera dejar vestido y alborotado a Babel. No hay que olvidar a un Eastwood que mostro "un mensaje netamente antiamericano" en su producciòn nominada; mensaje que a los propios gringos puede conmover y aprovechar su actitud manipuladora para "sentirse culpables" y darle otra estatuilla a Clint.

Todo eso sin desmejorar el talento y la obra de Eastwood, claro está. Pero Iñárritu se merece esa estatuilla porque sí; así sea la ùnica producción latina que se lleve premio alguno, no importa, se lo merece. Por eso reafirmo que el 2006 fue un año cargado de buenas producciones, y muy dificil para poder predecir un claro ganador.

Muchas gracias por el comentario.

Saludos,

El Muvi

Marcos Mendoza Saavedra dijo...

A solo dos horas del Oscar, las apuestas del site ludópata Bet and Win (bwin.com) pronostica los siguiente:

Mejor Director: Martin Scorsese
Mejor Actor: Forest Whitaker
Mejor Actor de Reparto: Eddie Murphy
Mejor Actriz: Helen Mirren
Mejor Actriz Secundaria: Jennifer Hudson
Mejor Película: Los Infiltrados
Mejor Animación: Cars
Mejor Película Extranjera: El Laberinto del Fauno

Hay que estar pendiente de todas las fuentes!! Incluso las más banales como esta...

Sigo orando por Babel

Suerte

Anónimo dijo...

sía ultrabonito que todos perdieran sus reales y lil' miss sunshine se llevase el pote y que Mark Wahlberg obtuviese el premio al mejor macho de reparto got a good feeling, pero ignoro tiempos futuros