24.3.06

La amiguita cariñosa


La Maga
Mi intensa vida universitaria se la debo a mi corazón desbocado. Antes de ingresar a la UCV el pana tenía algunas nociones sobre el concepto de exclusividad. Pero al cruzar el umbral de la ECS, perdió toda compostura en la vida, qué falta de seriedad, y se entregó a disfrutar con intensidad su mundo esquizofrénico.

No lo sospechaba la primera vez que vi a mi primer amor universitario sentado en uno de los pupitres de C3 esperando a nuestra dinosáurica profesora de metodología. Ya por los días de la bienvenida le había echado el ojo a este chico que ahora se mostraba pensativo y soñoliento, pero no con tanto detalle como en ese encuentro en el salón solitario y caluroso: un rostro mezcolanza de ternura y maldad y sus ojos infinitamente diáfanos y verdes me cautivaron instantáneamente.

Resultó que el primer año de la universidad estuvo aderezado por los numerosos carajazos que me di con él, puesto que en aquella primera época su mezcolanza de maldad y ternura se inclinaba más hacia la primera parte de la dicotomía.

Luego por circunstancias ajenas a la voluntad de los involucrados, la historia agarró para otro lado y así mismo lo hizo mi corazón.


Ahora me gustaba el alto. Moreno, fornido, un papitomirey. Resultó que a este le gustaban las catiras de piernas largas y ahí si que estamos bien jodidos, considerando mi metro cincuenta y cuatro de estatura, mi piel morena y rulos indomables.
Así que la cosa no duró mucho porque ni con cirugía de la más moderna podíamos solventar el detallito que nos separaba.

Así las cosas, el semestre siguiente opté por el oscurito. Un morenazo con unos rulos pantene y un tumbao que no se puede aguantar. Medio ladillado, hay que admitirlo, pero bello. Para este entonces me hacía la dura, juré sobre la tumba que no me iba a estar arrastrando por hombre alguno en lo que me quedara de vida y que ellos tendrían que venir a mi. Pues peor decisión imposible. Porque el negro sabrosón no se mueve un viernes en la noche ni que se le esté quemando la casa. Así que hasta ahí llegó esa historia

En adelante me enamoré de la hermosa rareza, la belleza exótica del más anciano del grupo, pero descubrí que llevaba varias vidas paralelas: una familia oculta a la cual tenía que mantener, un trabajo nocturno como imitador de Michael Jackson en un bar de ambiente, y un fanatismo excesivo por las películas antiguas de Steve Martin. Claro, en realidad mi amor por él hubiese tolerado todo eso y más, pero mi desilusión más grande fue que tras lograr que accediera a tener una cita conmigo, me dejó embarcada y me mandó el siguiente mensaje de texto: “Linda, no pude llegar porque me secuestraron los extraterrestres”… Pana, has podido inventar una mejorcita, ¿no?

Finalmente llegamos a él… Lo primero que me robó el aliento fue su peculiar acento argentinizado, su pelo lacio… todo hasta que miré hacia abajo. Esa imagen era más efectiva que una propaganda de AXE, y bastaba ver como las chicas de la escuela se le iban desabrochando los sostenes cada vez que el tipo pasaba frente a ellas. Lógicamente no puedo competir con las lolas operadas que se abalanzan sobre él para manosearlo con desfachatez. Tristemente esas cabezas huecas no ven lo más lindo de él: que se enamora como una niña. Sólo lo buscan por su paquete.

Mi inestabilidad ha llegado a niveles insospechados. Ardo de celos cada vez que veo que alguna chica se les acerca o que acarician la posibilidad de conseguir novia. ¡Horror!
A veces me cuesta comprender que ninguno se haya enamorado de mí, pero eso no me desanima. Al menos podré seguir amándolos en secreto y aprovechando sus momentos de descuido para deslizar un beso aparentemente amistoso o acariciar algún punto sensible de sus atléticos cuerpos. Si estuviera empatada con alguno, no podría hacerlo ni esconderme detrás de la imagen de “la amiguita cariñosa”

Recomendaciones de hoy:

El blog: Cachito Producciones - El sitio: Everest Poker - La peli (esta vez es un corto): La Guerra, dirigida por Jorge C. Dorado y Luiso Berdejo - El trago: Hot College Chick - La Ñapa: Tener un blog es obligatorio en la Universidad Warwick
Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejejejjejejejej, Que finoooooo!

Bless.

Anónimo dijo...

Bravo Maga!! Haz logrado algo mejor y además lo sabes y lo disfrutas: la "amiga cariñosa" siempre va a ser Amiga. A veces lo último que una necesita es que se enamoren. Saludos.

Anónimo dijo...

"A veces lo último que una necesita es que se enamoren"

Se le quema el ego a la muchacha!

Maga, me encantó tu texto. se nota que de verdad disfrutas escribir. ojalá algún día el chamodel14 y el destino nos permitan conocernos. Saludos.

Anónimo dijo...

Hijito, el problema con mi ego es que tiene las alas recortadas pero es un pajarraco que hace mucho ruido.
A veces lo que más se necesita es que no te jodan la vida. Ésto da para una disertación sobre el enamoramiento y las formas nefastas que tienen algunos de expresarlo. Pero mientras tanto, mantengo lo dicho, sin una pizca de ego.

Anónimo dijo...

maga, ahi no sale nada de la gallina.... bueno esta chevere, necesitas buscarte un negro latiguero, jejeje, suerte