hijo
Como ya es tradición, cada cuatro años el papaíto más famoso de Venezuela se levanta y camina. Va al baño, lee algo mientras depone, se da un duchazo, se lava los dientes, se viste y se monta en el ascensor. Si no hay nadie, libera presión intestinal. Si alguien lo acompaña, pospone la operación de mantenimiento para cuando esté montado en su vehículo automotor. “Ay mamita querida, qué tortilla más divina la de anoche. Sin querer se mata a un hombre y queriendo a una mujer”. ¡Lázaro, levántate y narra!
Así como Lázaro, cada 4 años se despiertan nuestras ganas de armar caimaneras futbolísticas en cualquier lugar. Pantanales de ensueño, áridos pisos desnivelados, rústicas canchas de pelotica de goma se convierten en trincheras para emocionantes batallas en las que podemos demostrar nuestra garra, pasión, coraje y aquello por lo que ulteriormente seremos recordados: nuestra mala condición física y falta de destrezas técnicas.
Hace IV años, por esta misma época, el historial de nuestro navegador se llenaba con cosas como futboltotal.com, fifa.com, es.uefa.com, hotcheerleaders.com (para variar un poco), masfutbol.com y como setecientas cuatro direcciones más, dedicadas a la fiebre futbolera. Aprovechábamos la ocasión para ir al Sambil (o Metromercado) a recoger las nuevas equipaciones de las selecciones mundialistas. El repertorio conversacional se ensanchaba y alargaba. Podíamos hablar de béisbol, de economía, de los cabrones que hacían política y hasta de los políticos mismos, pero ahora también podíamos hablar de fútbol.
“Este año Ronaldo es goleador – Pssss, estás loco, este mundial es de Ballack – La Vinotinto llegará a Alemania 2006, ya lo verás – Santa marihuana, Batman”.
Luego, ya todos sabemos lo que ocurrió. Un receso, desde aquel 30 de junio en Yokohama, de mil cuatrocientos treinta y nueve días llenos de historia universal, transcurrió ignoto en el camerino entre 2002 y el presente. Venezuela no llegó, y su presencia en la cita mundialista se limitará a las incontables banderas nacionales que veremos en los estadios germanos y algún afortunado comentarista deportivo de Venevisión. Pero eso ya no importa, igual ninguno le iba a ir a Venezuela contra Holanda o Argentina. Y digo esto porque, de haber ido, segurísimo nos tocaba ese grupo.
Gracias a la providencia, el cuatrienio acabó. La pausa del entretiempo terminó y ya arranca nuevamente el jueguito de los 22, junto con las ganas de olvidar todo lo demás. Los directores técnicos ya hemos hecho nuestras modificaciones. Cada uno fortalece su planteamiento central: sale el número 5, Paul Íthica Internacional y entra el 8, Lampard, alias “La quiniela” debido a sus extraordinarias capacidades de multiplicación dentro de la cancha. Sustituyendo al cansado Chrisis E. Konömik en el sector medio de la cancha, entra Schweinsteiger y por la banda derecha, subirá Giuly por el poco efectivo, Elèxi Honest-Jah.
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Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W
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2 comentarios:
De verdad te parece que el mundial es excusa para que los amigos se reunan a hablar de fútbol? No comparto eso, veo ese deporte durante todo el año, si no es el nacional, la vinotinto, los del ávila, de táchira, es la liga de campeones,el futbol español, el argentino, el malawí y el camerunés...
En venezuela será una excusa más para evadir responsabilidades, como nos caracteriza.
Alberto
de verdad no entendí el primer párrafo de tu post, pero gracias por comentar. saludos
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