28.2.06

Tenemos visita


Les explico la dinámica del juego. De ahora en adelante, el último de día de cada mes, traeremos a algún amigo para que escriba lo que le plazca. De esa manera no los aburro con mis cosas y hacemos esto más dinámico. Tal vez, si todo resulta para bien, hagamos esto con más frecuencia. Ensayo y error.
Lo otro. He estado pensando en usar un día de la semana para hacer algo diferente en el blog. Se me ocurre la genial —innovadora, novedosa, maravillosa— idea de hacer una lista de 5 items. Sé que es trillado y que lo ha hecho todo el mundo —desde Letterman hasta el sargento Full Chola {sin olvidar a Sicilia y Chataing [en ese orden] }— pero es lo primero que me viene a la cabeza. Prometo hacer un mayor esfuerzo, pero les pido lo mismo. El espacio de los comentarios está abierto para cualquier sugerencia.

Ahora sí, les pido un fuerte aplauso para nuestro primer invitado…

¿Qué puedo decir desde un lugar de Caracas?


¿Qué puede relatar un joven con más de dos décadas de vida (aunque menor de 30 años) que ve transcurrir sus mejores días desde algún lugar de Caracas?

¿Acaso la cotidiana paranoia a la que nos somete la inseguridad? ¿Acaso la belleza que se nos presenta de forma tan rápida que somos incapaces de verla en nuestro afán de estar siempre apurados por llegar a ninguna parte? ¿Acaso la falta de sentido en que se centra el verdadero sentido de la vida?

Creo que sólo puedo hablar desde mi propia cotidianidad y, para ello, echo mano de las siguientes palabras que escribí hace poco. Son palabras que, en su momento, dirigí a mi hermana (quien actualmente reside en México D.F. por razones académicas); son sólo palabras... palabras que escribí desde "algún lugar de Caracas".

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Caracas, 20 de febrero de 2006

Hoy ha sido un día húmedo por aquí (estoy en el apartameto), la ventana de la sala está abierta y se siente una agradable temperatura de ese frío que suele dejar la lluvia recién caída. En las dos sillas junto a las cortinas (que piden a gritos que las laven) hay un montón de ropa que tengo por planchar y que hace juego con la que cuelga en las cuerdas junto a la lavadora. Mi habitación y el cuarto de mamá están como siempre, es decir, llenos de ese polvo que te hace estornudar cada vez que vienes. En pocas palabras, estoy en casa.

La semana pasada terminé el semestre y comencé a trabajar en una agencia de noticias. La agencia PANA (Periodismo a Favor del Niño y del Adolescente). Básicamente el trabajo consiste en monitorear 7 de los principales diarios que circulan a nivel nacional y separar las informaciones relacionadas con temas de la infancia y de la salud (esto último a petición de UNICEF).

La agencia queda cerca de Chacaíto (o más bien EN Chacaíto), como a 4 cuadras de la estación del metro. Es un sitio curioso de Caracas ese lugar, porque es la frontera en la que termina el municipio Chacao y comienza el municipio Libertador, o sea, que puedes ver la nube pululante de buhoneros que de repente se detiene en una especie de "línea invisible" a partir de la cual hay funcionarios de la policía de Chacao. Es como si todo estuviera limpio y espacioso hasta un punto determinado a partir del cual entras en el concierto de la anarquía. Del lado del orden, el gobierno de "Primero Justicia" y del lado de la basura, del olor intenso a orina (que te penetra al salir por la estación del metro) y de los 5 buhoneros respectivos por metro cuadrado que venden hasta mierda en cápsulas para ganarse la vida, se encuentra el gobierno Chavista de Freddy Bernal. La agencia queda a 5 cuadras de aquí.

Al salir del metro avanzas en dirección hacia el municipio Libertador pasando una suerte de "terminal de autobuses improvisado" en el que toda las mañanas se observan decenas de personas haciendo cola para montarse en su camionnetica. Francamente es mejor caminar por la calle porque hay tanta gente en la acera que casi no te dejan caminar. Bajas las cuatro cuadras pasando locales de comida (areperas, tascas y quioscos) hasta llegar a la Av. Solano. El otro día me desayuné con una arepa de queso en uno de estos restaurantes, el precio: cinco mil bolívares; al día siguiente compré otra arepa (esta vez en un puesto ambulante), el precio: dos mil bolivares. Y lo peor fue que la de dos mil bolívares estaba más grande y más sabrosa.

Al llegar a la Solano ya se despeja un poco el circo de las cuadras anteriores y comienzan algunos edificios residenciales entre los que hay pequeños negocios insertados (una carnicería, una frutería y una especie de abasto), en la cuadra siguiente hay un taller que repara y vende Aires Acondicionados (supongo que para autos), ahí se cruza a la derecha llegando a una zona que parece netamente residencial.

Es una calle de un solo sentido (llamada Orinoco) en donde se ven edificios de baja altura y casas antiguas (o quintas como las llaman aquí). La calle tiene varios árboles sembrados en las aceras, entre esos árboles se olvida de inmediatio a los 6 mendigos que siempre duermen cerca del terminal y a cuya vista me he acostumbrado en apenas algo más de dos semanas. Allí no se siente ya el olor a basura y orine, es otro de los (tal vez miles) de ejemplos de grandes contrastes de Caracas. Una quinta de dos pisos sirve de sede a la Agencia en esa calle que parece sacada de un pueblo rural de película gringa,

Yo trabajo en el piso de abajo. Mi escritorio (cuando reviso los periódicos) está al lado de la fotocopiadora, comparto la habitación junto a una joven estudiante de la Santa María (también de Comunicación Social), nuestro lugar de trabajo queda justo frente a la cocina (¡qué conveniente! ¿no?), todas las mañanas la señora Betsaida (quien vive allí como "güachimana" de la casa) me recibe con un cafecito caliente pues ya sabe que yo soy de los que toman café (y cada vez que me provoca voy a la cocina, que tan lejos me queda, y simplemente me sirvo otro).

Cuando me dedico a escribir no pienso en el exterior, en la oficina no se escucha el caos que existe a las cuatro cuadras ni los asaltos que suceden a diario. El aire acondicionado central me oculta incluso el sol o la lluvia que cae en la parte de afuera. Todos los días salgo de mi refugio (del apartamento en el que duermo) para ocultarme en mi trabajo... y debo dar gracias porque estoy en un buen lugar. Un lugar en el que me alejo de la ciudad ignorando que vivo dentro de ella.

Supongo que hay muchos más detalles intrascendetes que puedo contarte pero esto ya está demasiado largo como para leerlo en una sola sentada.

Luego seguiré contándote más.

Un beso.

Cuídate y saludos a todos allá (o sea, que les digas que yo mando a decir: "¿Cómo ta la vaina?").

Besos y abrazos otra vez.

Te quiero mucho,

PABLO S.-

27.2.06

A Ccs



…y a La Maga, porque siem
pre hay razones para volver

Quiero huir de esta ciudad. No la soporto, pero me encanta vivir en ella. Su desorden, su mala planificación, el Ávila, sus mujeres* y sus lugares son mios. Quiero escapar de ella, porque me sobrepasa. Me abruma. Igual, sé que yo también le hago daño. Soy caraqueño. Soy culpable. Por eso quiero salir corriendo.
Soy buhonero, malandro, sifrino, boto basura en la calle, tranco la vía cuandoganaelcaracashaymarchasocuqalquiercosaparecida, me quejo, tengo 6 alcaldes, un teléferico que no uso y más centros comerciales de los que pueda recordar. Soy muchas cosas más. Más de lo que nadie pueda soportar. Por eso me voy.
Seguro volveré, pronto. No soportaré la tranquilidad del interior.
Me daré cuenta de que sufro un montón de patologías psicológicas que se reflejarán en la cara atónita de la gente de otros lugares cuando me vean tocando corneta o desesperado por conseguir algún sitio para beber una cerveza. Seguro pensaré en algún momento, cuando esté en medio del silencio y la paz: “¡Caracas es Caracas!”

* Sitio con material para adultos

Recomendaciones de hoy:


El blog: Chorro de escape - El sitio: Carnaval en Venezuela - La peli: Capote, dirigida por Bennett Miller - El trago: Caipirinha - La ñapa: Prodiseño

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24.2.06

Que no haya confusión


En el post anterior mencioné mi romance con una ex profesora de Redacción. Es cierto, todo eso pasó. Que no quepa la menor duda. Todo lo que vengo a decir en este espacio es real. Créanme que no tengo intención de estar perdiendo el tiempo.
Fue ella la que me cautivó con sus clases magistrales. La que cada semana me sorprendía con sus maravillosas maneras. La que me deslumbraba montada en una tarima que la hacía ver enorme, inalcanzable. Bueno, al final no resultó ser tan imposible.
Un día organizamos una tertulia en casa de una compañera de la cátedra. Todos llegamos sospechosamente puntuales al sitio de reunión. Éramos 8 alumnos. Seis hembras y dos varones, además de la profesora. Rendíamos tributo a Baco. Adivinen de quién fue la idea.
¡Como me encanta el vino! Bueno o malo, pero vino al fin.

Comenzamos con poesía. Mucha poesía. Luego, vinieron las risas que llevaron a los roces que terminarían en sexo. Risas. Roces. Sexo. Rápido, todo pasó sin que nos percatáramos. El vino siempre ayuda. ¡Qué gran catalizador!
Desde ese día nuestro romance ha sufrido muchos altibajos. Al principio, confieso que no tenía la capacidad para manejar una relación de esas dimensiones. No asistir a clases me parecía una excelente manera de evadirla. Pero la gente siempre sospecha. Reunidos en un bar acordamos una receta infalible: “Nunca pasó nada”. ¡Qué gran farsa! Nunca la creímos. Nunca la practicamos.
Si hay algo que no puedo negar es que de ella he aprendido mucho. Quizás, la lección más importante que nos dio fue en una de las primeras clases. Insistía, aquella mañana, que teníamos que diferenciar a los personajes del autor. “Nunca podemos confundir al narrador con el autor”, decía de una manera tan impecable que nunca podré olvidar. Ella siempre ha tenido razón.

Recomendaciones de hoy:

El blog: Literatura y algo más - El sitio: LocuraPoética - La peli: About a boy, dirigida por Chris y Paul Weitz - El trago: Vino, guía básica - La ñapa: Museo de Arte Moderno Jesús Soto

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18.2.06

Ti voglio molto


Realmente me gusta mucho mi profesora de italiano. Sí, sé que suena a cliché. También sé que con esa frase inicial se describe a cualquier personaje de alguna teleserie juvenil venezolana. Sé también que no tiene mucho sentido hablar de eso, pero igual ella me gusta mucho.
Ojo: me gusta por imposible, por estar casada y con hija, por sus lentes, por ser políglota, por dulce, por ser responsable, por linda.
Repito, me gusta por imposible.

Siempre que me pongo a pensar en esa terrible manía que tengo de estar atraido por lo difícil, por lo cuesta arriba, me doy cuenta del grado de tontería que me invade. ¿No es más fácil tener interés por algo mucho más cercano, más tangible?
Ahora, sé que ella no tiene idea de nada. Y así debe ser. Ella debe permanecer lejos. No nos podemos relacionar más a fondo. De esa manera siempre será perfecta. No sea cosa de que al conocerla en profundidad se transforme en una mujer insoportable, fastidiosa, manipuladora e indeseable. Así, como le pasó a mi antiguo amor platónico, mi ex profesora de Redacción. ¿No es así, cariño?

Recomendaciones de hoy:

El blog: Il blog italiano in Iraq - El sitio: Para estudiar en Italia - La peli: Il buono, il brutto, il cattivo, dirigida por Sergio Leone - El trago: Limoncello - La ñapa: Monica Bellucci

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17.2.06

Tributo a los Beatles


Anoche soñé algo terrible. Ya no quedaba ningún Beatle vivo. No recuerdo como habían muerto Paul y Ringo, pero sé que fue algo muy tonto. Nada de enfermedades trágicas, mucho menos exisitó algún fanático demente que disparara a quemarropa. Murieron y ya. Casi simultaneamente.
Cuando me levanté, inmediatamente imaginé el desastre en Liverpool. Millones de fanáticos llenarían en instantes todas las calles. La gente lloraría desconsolada. Se moriría junto a los Beatles una generación completa. Una forma de ver al mundo. Pensé que ya deberían estar en marcha los preparativos para increibles conciertos simultáneos en todos los continentes. Mick Jagger versionaría A hard day´s night desde Londres, mientras Bono se luciría con Strawberry Fields Forever en Ciudad del Cabo.
Luego de unos instantes, se me ocurrió prender la G4 para buscar noticias sobre el suceso en google. No quería perderme nada.
En ese momento pensé lo genial que sería estar en Liverpool. “Lástima que soy un pelabola”, pensé.

Cuando comencé a teclear en la barra de búsqueda algo como: “muerte ringo paul beatles”, caí en cuenta de que todo era un sueño. ¡Qué cara de pendejo puse! Mi nivel de conciencia llegó a un punto razonable y adecuado. Es que después de beber como lo hice la noche anterior, como mínimo me sentía aturdido. ¡Todavía nos quedan un par de beatles!
Abrí el Itunes y puse a sonar a todo volumen Lucy in the sky with diamonds. Fui a tomarme un Benadón. Me sentía feliz. Y así canté.



Recomendaciones de hoy:
El blog: Los cuatro - El sitio: Página oficial de los Beatles - La peli: A Hard Day's night, dirigida por Richard Lester - El trago: Beatles cocktail (es el #23) - La ñapa: Letras de las canciones de los Beatles
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¿Por qué diablos no?


Pasar horas enteras frente al computador no es ningún esfuerzo para mi. De hecho, el tiempo vuela mientras estoy frente a mi eMac. Puede que pertenezca a ese enorme grupo de geeks que no se sienten cómodos si no han revisado su correo, por lo menos, un par de veces al día. Ese mismo grupo que no encuentra nada interesante de qué hablar con el 60% de los contactos que tiene en el messenger, porque ya los encuentra aburridos y monótonos. Tanto, que se van pareciendo a esos colegas que uno no soporta más por culpa del hastío infernal que emanan.

Pues, hoy decidí que dejaré de ser el usuario pasivo de internet. Ya basta de tragar todos los contenidos que ofrece la red sin que me dé chance de masticar. Es el momento correcto para dejar a un lado mi comodidad y ponerme a escribir. A crear.

Las pretensiones de un blog como este, que nace producto de una resaca, sin un rumbo bien defindo, sin orientación ideológica clara y sin un administrador experto, no puden ser más que las de no morir de inanición.
Veremos qué pasa con el tiempo. Tal vez muy pronto pueda llegar a pertenecer al enorme grupo de geeks que no se sienten cómodos si no han publicado -por lo menos- su post del día.

Amanecerá en Caracas, después veremos.

©Fotografía de Manuel Rodríguez



Recomendaciones de hoy:


El blog: Puntoini.net - El sitio: Qué vida más triste! - La peli: The science of sleep, dirigida por Michel Gondry - El trago: Long Island Iced Tea - La ñapa: Venezuela en el Clásico Mundial de Béisbol


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