15.5.06

Crónicas de un mochilero (V)


Linia 1 Estaciò Rocafort

Al fin había llegado a el aeropuerto del Prat. Al salir del avión tomé un pasillo que daba con el salón donde recogería mi mochila. Después, saldría del terminal A y me encontraría con El Tuyío, tal como habíamos acordado semanas atrás estando en Caracas. El Tuyío fue a buscarme acompañado por El Master, uno de sus hermanos. El Master tenía poco más de un año viviendo en Barcelona. Con sabiduría decidió que, una vez terminada la carrera de Administración de Empresas, tenía que continuar los estudios de tercer nivel en Europa. Siempre lo tuvo bastante claro. No sería nada fácil acostumbrarse a vivir lejos de su familia en medio de la soledad propia de estos casos, él lo sabía y así lo asumió. Con el tiempo las cosas irían mejor. Por lo menos ahora compartía piso con Jorge, el mayor de los tres hermanos, quien también había emprendido la aventura de emigrar.

El encuentro en el aeropuerto fue típico; como los de siempre entre unos buenos amigos. La sensación de nostalgia por el pasado y las ganas de planear el futuro inmediato siempre están presentes. El Prat cuenta con una estación de trenes de lejanía que comunica al terminal aéreo con la estación Sants del metro de Barcelona. Sants es el punto donde se encuentran todas las líneas, la estación central. Con un ticket multiviajes pasamos por el torniquete, no sin tropezar antes con la marea de gente que estaba en el lugar.

Durante el trayecto me percaté que ni las autoridades de inmigración francesas ni las españolas habían sellado mi pasaporte. Pregunté a los muchachos si eso era normal y respondieron que no. La situación no me preocupó demasiado. Ya estaba en Europa. El viaje hasta Sants se me hizo bastante corto. Por la ventana del tren pude ver los suburbios de Barcelona. El paisaje estaba compuesto por paredes de ladrillos llenas de graffittis e interminables complejos multifamiliares.

Al llegar a la estación central noté que los letreros estaban catalán y la misma lengua se usaba en el sonido interno. De la estación Sants teníamos que tomar un metro de la Línea 3, la verde, hasta la estación Espanya, para luego montarnos en uno de la Línea 1, la roja, hasta Rocafort. Después me explicaron que también nos serviría la estación Urgell. El apartamento quedaba a dos cuadras de ambas estaciones, en la calle Consell de Cent en el número 101. Al principio, este montón de líneas se me hacía un poco complicadas. Dicen que la práctica hace al maestro, y es así. En las próximas dos semanas me tocaría tomar el metro para todas partes -es la mejor forma de moverse en la ciudad- y acostumbrarme a la ininteligible voz que decía en un tono bastante peculiar: “pròxima estaciò: Rocafort”.

Recomendaciones de hoy:

El blog: Typical catalan - El sitio: Metro de Barcelona - La peli: L'Auberge espagnole, dirigida por Cédric Klapisch - El trago: Mediterraneo - La Ñapa: Ludovic, no te vistas que no vas

Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W
Contacto: elchamodel114

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y qué pasó con tu pasaporte e inmigración?