25.4.06

¡El chamo presidente!


¡Quiero ser presidente! Ya lo decidí. Me voy a lanzar al ruedo y no pienso caerme a coba. Me gusta la idea de tener poder. ¿A quién no? Para muestra un botón. Conmigo se postulará una parranda más de faranduleros que tienen tanto chance de ganar como yo. Porque eso es lo que sobra en este país ¡Faranduleros! Todos quieren destacar en algún programa de televisión, hacerse notar, salir en afiches, aparecer en cuanto mitin exista donde puedan “figurar” y, si es posible, hasta aparecer retrarado en alguna foto de rumbacaracas.com. ¡Yo también quiero!

A mi no me vengan con mentiras, con “proyectos de país”, que yo no pienso usar esa estrategia en mi campaña. Venezuela entera me conoce. Todo el mundo sabe que no tengo la más mínima idea de concepto económico alguno —¿macro, micro?—. De petróleo sólo sé que se acabará, pero —por ahora— no importa porque cada barril está más caro que nunca. Sobre educación, tengo nociones básicas —¡gracias Carreño!— y de desempleo les puedo hablar largo y tendido.

He averiguado bien y, primero, tengo que ir a las primarias —con todo lo que me costó pasarla la primera vez—. Después, cuando quede electo en esta fase previa, gracias a los votos de todos ustedes, ya tendré suficientes seguidores. Los “chamistas” estaremos en campaña por cada bar de esta República, casas de apuestas, lupanares, sacristías, discoteques, salas show, plazas públicas, y todo hogar venezolano que cuente con un dominó de piedras grandes. Todo esto en preparación para diciembre. Tenemos que estar listos para cuando llegue diciembre. Como todos saben, esa es la época de la caña, las hallacas y la rumba. ¡Hay que preparar ese hígado! Ah, además, el CNE pautó las elecciones a principio de ese mes, así que tendremos otra excusa más para empinar el codo.

Algunos electores listos se preguntarán:
—¿Entonces, para qué te quieres lanzar?
—¡Elemental, mi querido Jackson! ¡Para conocer La Orchila!

Desde pequeño, cuando escuchaba historias de las bacanales que se armaban en esa islita presidencial, siempre quedé con la espinita de ir a nadar en una de las piscinas de güisqui, como cuenta la leyenda. Sé que con el voto de cada uno de ustedes lo podré lograr. Les pido solamente que se levanten un domingo de diciembre tempranito para que voten por mi. Ni siquiera les costará los 1.200 Bs. + básico + I.V.A. que piden otros faranduleros que pululan en esta tierra de gracia.

Venezuela es el país de lo posible. Cualquier cosa puede pasar. Quizá, si nos ponemos las pilas, pueda ganar y ese sea el mejor de los escenarios.

El Chamo del 114

Recomendaciones de hoy:

El blog: Rumbo al mundial - El sitio: Coronel Macario - La peli: Joyeux Noël, dirigida por Christian Carion - El trago: Calimocho - La Ñapa: Au revoir, Zizou

Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W
Contacto: elchamodel114

2 comentarios:

Anónimo dijo...

He aqui la persona que realizará el marketing político y el plan de campaña. Y en caso de que algo salga mal, aplicamos una gerencia de crisis...
Jajaja, un beso grande!

Anónimo dijo...

dije que mi candidata era una señora llamada ascención, que trabaja en el periódico. Pero puedo ser un chamista, aunque no quiera salir en rumbacaracas jamás en la vida (me quedo con sitios más selectos).
Si va, apoyo el chamismo, puedo manejar medios y besar chamas (tú besa viejitas).
Y lo apoyo por egoismo, porque el chamo se parece a mí más que otro candidato. Porque quiero comer en el gabinete de ministros (yo quiero ser el de interior y justicia, para hacer la guerra de una vez y dejarme de pajas), porque quiero usar el palco presidencial en el Teresa Carreño, y porque me gusta Vanessa Davies, que en ese caso trabajaría en el canal del estado, es decir, el nuestro.
yo me uno