Hace un par de días una amiga celebró su cumpleaños haciendo una fiesta retro—noventosa. Una idea genial a todas luces. La nostalgia por el pasado es un sentimiento que se hace latente siempre, pero es en ocasiones así cuando uno se da cuenta de lo mucho que extraña lo vivido. No porque el presente sea desastroso, sino por la incertidumbre que crea el futuro. Me puse a recordar un montón de cosas. De todo me pasó en aquellos años.
Recuerdo que en los noventa peleaba mucho con mis hermanos. Armábamos unas tánganas monumentales. Entonces alguno de nosotros, después de recibir un golpe, se hacía el muerto. El resto se preocupaba muchísimo, hasta que nos enterábamos que todo era una burla y, por lo tanto, llegaba el momento de la venganza. Nos reuníamos y armábamos un complot. “!Lo que pasa es que tú eres adoptado!”. Era nuestra manera de mentar madre.
Fue en los noventa cuando aprendí a manejar. Mi abuelo me dio la oportunidad. Yo tendría unos trece años. Él, con toda confianza, me dio su pickup F-150 para que la llevara por la autopista Puerto Ordaz—Ciudad Bolívar. Nunca antes había tomado el volante de un carro y eso no parecía un problema para él. Eran buenos tiempos. Mi abuelo y yo.
Por aquellos años conocí a muchos de los que son mis mejores amigos hoy día. A unos en el colegio, a otros por la casa. Recuerdo que pasábamos todo el día —todos los días— juntos. Éramos como una plaga, por lo menos eso pensaban todos los vecinos. Inventábamos cualquier cosa para pasar el rato: juegos de fútbol, béisbol, pelotica e´goma, truco, dominó, jugábamos caballos, alguien le robaba el carro a los padres, nos íbamos a la playa en autobús, matábamos fiebre con el nintendo, nos dábamos de golpes, nos coleábamos en fiestas, íbamos al cine en cambote, tomábamos anís, nos abríamos piercings, y pare usted de contar. “Esos carajitos se la pasan todo el día fumando cigarros, diciendo groserías y escupiendo”. Y era verdad. Muchas veces el tiempo se nos iba en reunirnos en el quiosco a echar cuentos de las fiestecitas del fin de semana, gastar bromas entre nosotros y hablar de "los culitos que nos íbamos a agarrar". No hacíamos nada productivo. No nos importaba. No pensábamos a futuro; creo que nos sentíamos inmortales. Más arrechos que nadie.
A decir verdad, fue este fin de semana, en la fiesta de mi amiga, que comprendí que ya estoy viejo —mejor dicho, ya no soy un carajito—. Que voy a vivir mi séptimo mundial de fútbol. Que ya han pasado siete años de mi fiesta de graduación de bachiller. Que las misses y prospectos de grandes ligas son más jóvenes que yo. Que el tiempo no se detiene y debo seguirle el paso.
Recomendaciones de hoy:
El blog: infames noventas - El sitio: In the 90´s - La peli: Trainspotting, dirigida por Danny Boyle - El trago: Anisette Cocktail - La Ñapa: El 11-A, según Oliver Stone
Ubicación al escribir esta entrada:
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W
Contacto: elchamodel114
Latitud 10° 30' N, Longitud 66° 50' W
Contacto: elchamodel114
9 comentarios:
q manera de hablar paja... tú ni te vestiste acorde a la época durante esa fiesta. por elo, tus argumentos, y elucubraciones al respecto carecen de toda validez.
por favor respeta la memoria de aquellos a quienes los 80's y 90's (sobre todo estos últimos) no nos avergüenzan. lastima q demolieron el de Catia, criminal.
a ver si formamos una escamita pa q los visitantes del blog se animen a comentar o a lanzar un puñetazo al plexo solar de algún bocabierta.
aquí estamos y aquí seguimos
Para nada me averguenzan los 90s. Nada más lejos de la verdad que eso. Yo soy noventoso hasta los tuétanos. Tanto, que creo que a diario ando con el mismo look que hace 10 años y escuho la misma música de antes. Lo que pasa es que todos fueron vestidos más tirando a los 80s y de esa época no tengo nada que me quede. Repito, ya no soy un carajito.
Encasillar las epocas, generalizar las conductas???, los 90 de quien, de los caraqueños, gochos, maracuchos, venezolanos, gringos, colombianos, arabes.
Por favor, los noventas de quien?, cada quien tiene sus vivencias, y creerse que todo el mundo actuaba de una forma consona en esa epoca. Es decir, existieron una forma de vestirse, pero no todos la seguían.
Triste, realmente triste estar atascado pensando en el pa'tras.
Creo que debes recordar con nostalgia esos años donde el copyright era la moda y no el CC al cual te adaptaste los 00'
Saludos,
Está claro que hablo de los 90s que viví yo. "De todo lo que me pasó en aquellos años". No hablo en nombre de los gochos, maracuchos, turcos o científicos del IVIC. Hablo desde mi perspectiva. Tus experiencias, las de ella y las de mi abuelo fueron totalmente distintas. Es de lógica elemental.
Saludos!
Todavía era muy chama!!! mis noventa huelen a chicle, y me acuerdo de las amenazas de mi mamá para que me peinara, de las bodas de mis hermanas, de las lycras y los zapatos de patente, cuando cargué a mi primer sobrino, de las canciones de lucero y mil cosas por el estilo. El estilo de los noventa.
Me hiciste recordar bonito. Gracias
Un beso!
Chamo del 114, por favor, dile que sí, creo que basta...
Jajaja. Anónimo, el chamo es consciente del amor que le profeso que además es público, notorio y compartido.
Y como ando de un humor perfecto, un beso también para ti.
Anonimo: no te llevo nada!
P.S. Nuestro amor es público, notorio y compartido mas no consumado. Algo habrá que hacer.
pa empezar el gilberto galea es un bobo! ja! panita yo te entendi de pi a pa y los noventas fueron asi, y cada epoca tuvo sus respectivos iconos como los 60 los hippies, los 70 el disco y asi.., para mi los noventas fue una buena epoca fue la epoca en q era verdaderamente feliz y no lo sabia, fue la epoca en q era adolecente y al igual q tu conoci a muy grandes amigos q siguen aun a mi lado, tambien fue el resurgir del skate,del punk,nirvana hizo de las suyas y todos brincamos con smell likes teens spirit, peleamos como las tortugas ninjas,fuimos al ccct y todas esa mierda...pero de q fue bena epoca lo fue..y asi lo dejo por q la nostalgia me invade, y ya q estoy lejos de mi hogar no ablare de ellas,saludos y muy bueno haber leido esto....ah! otra cosa saludos a rebecca
Publicar un comentario